Seminario de Verano 2025
Cuarto Camino
Movimientos Gurdjieff
Del 15 al 21 de agosto
Quizá no sea casual que estés aquí.
Una impresión recibida en atención puede abrir un nuevo espacio.
Las imágenes que forman nuestra percepción

¿Cómo podemos conocernos verdaderamente?
¿Qué fuerza puede reunir lo que está dividido en nosotros?
El Cuarto Camino ofrece un mapa para explorar estas preguntas. No se trata solo de ideas o ejercicios, sino de una vía práctica hacia el autoconocimiento y la transformación interior. Este sistema nos invita a observarnos con lucidez, a través de nuestras acciones, pensamientos y emociones, confrontando la imagen que tenemos de nosotros mismos con la realidad que percibimos.
En el centro de esta enseñanza vive una visión cosmológica: el universo como una totalidad en la que cada parte refleja la unidad de todas las cosas. Esta misma ley actúa en el ser humano, concebido como un microcosmos fragmentado que, sin embargo, contiene en sí la posibilidad de reunificación, plenitud y presencia consciente.
Para mirarnos, necesitamos un espejo.
Uno de los elementos centrales de este seminario será la práctica de los Movimientos, que son, ante todo, un lenguaje del cuerpo. Este lenguaje utiliza gestos, posturas y un alfabeto compuesto por estos elementos para transmitir un mensaje. Los Movimientos son una expresión de cómo se comporta un ser humano, reflejando sus sentimientos y, sorprendentemente, también sus pensamientos. El número de movimientos que realizamos en la vida está limitado e inhibido por los requisitos de nuestra existencia social, nuestros patrones habituales e incluso nuestra cultura.
Comenzamos a comprender que, además de nuestra comunicación verbal, el cuerpo también comunica sin palabras. Nuestras palabras a menudo van acompañadas de significados más sutiles, así como de sentimientos, creencias e ideas ocultas. Los Movimientos se convierten en espejos de nuestras emociones y pensamientos más profundos, y revelan patrones y posibilidades previamente ocultos a nuestra conciencia ordinaria.
Esta práctica no es un fin en sí misma, sino parte de un trabajo más amplio que requiere atención, observación y esfuerzo interior.
El ser humano es un organismo compuesto por tres centros funcionales, cada uno con su propia forma de inteligencia: el intelectual, el emocional y el motor.
Aunque estos tres centros están presentes en todas nuestras actividades, rara vez actúan de forma armónica. Su descoordinación genera desequilibrios, reacciones automáticas y una constante dispersión interior.
Uno de los propósitos fundamentales de los Movimientos es justamente armonizar estos centros. Esta práctica posibilita una comunicación más fluida entre pensamiento, emoción y acción, abriendo la posibilidad de una respuesta más consciente y adecuada ante la vida.
A través de los Movimientos desarrollamos también una atención específica: una capacidad de presencia que nos permite saber, sin mirar, qué hace cada parte del cuerpo. Esta forma de atención no es tensión ni control externo, sino un estado de contacto interno que, al ejercitarse, fortalece lo que en este trabajo se llama voluntad.
A partir de esta experiencia, y de otras formas de observación interior, se hace posible iniciar un estudio más amplio de lo que somos y de las condiciones necesarias para una transformación real.
¿Qué se trabajará en este seminario?
El autoestudio
Todo desarrollo interior comienza por adquirir una forma de atención no mecánica. El esfuerzo por observar sin identificarse, por mirar sin juzgar, es el primer paso hacia una atención libre.
Esta atención no surge de manera natural. Es preciso estudiar los estados internos y ver por uno mismo la fragmentación y el desorden que predominan en el funcionamiento de los centros del pensamiento, del sentimiento y del cuerpo. Esta observación imparcial, sostenida con constancia, da la posibilidad de descubrir los factores que impiden la percepción directa de lo real, tanto en sí como en su entorno.
La atención libre no es concentración, sino una disposición consciente que no se deja arrastrar por asociaciones automáticas, emociones reactivas ni tensiones inútiles.
La experiencia del autorecuerdo
El autorecuerdo es una expansión de la conciencia en la que se perciben, en un solo acto, el mundo exterior y la existencia interior. Una experiencia directa, donde uno se reconoce como presencia en relación con lo que sucede.
Este estado no puede mantenerse por medios artificiales ni por esfuerzo mecánico. Solo cuando la atención ha sido purificada de su tendencia a la dispersión, puede surgir esta forma superior de percepción. El recuerdo de sí no es el resultado de la voluntad personal, sino una forma de apertura que permite que algo más actúe en nosotros.
Recordarse es el inicio de una transformación orgánica. No transforma por acumulación de datos o creencias, sino porque abre en el ser humano una vía de unión con aquello que lo supera. En este sentido, no es una técnica, sino una forma de vivir desde una fuente distinta a la habitual.
Cuando la atención ha madurado en el recuerdo de sí, puede abrirnos a un estado que no proviene de nosotros, sino que desciende como una presencia. En ese estado, inseparable del Amor objetivo.
Condiciones para la práctica
El cuerpo es el lugar desde el cual comienza toda posibilidad de integración interior. Sin participación del cuerpo no puede haber transformación, y sin transformación no puede haber recuerdo. Por eso, el autoestudio debe incluir no solo los estados mentales y emocionales, sino también la relación con las funciones corporales, los hábitos posturales y las tensiones acumuladas.
En el Trabajo, no se plantea un retiro del mundo, sino un uso adecuado de las condiciones de la vida. El cuerpo, las relaciones y las ocupaciones externas forman parte del proceso necesario. El recuerdo de sí no se desarrolla en el aislamiento, sino en el contacto con lo real, externo e interno, cuando la atención ha sido suficientemente preparada y el yo ha comenzado a retirarse de su centralidad.
Prácticas como los Movimientos, los ejercicios internos y el trabajo con la sensación permiten abrir una relación más directa y concreta con el cuerpo, y desarrollar una atención que no depende únicamente del pensamiento ni de la imagen.
¿Quieres participar?
Este seminario tiene plazas limitadas y las inscripciones ya están abiertas.
Programa:
Este seminario residencial se centra en aspectos fundamentales del Trabajo interior, con el propósito de profundizar en la experiencia directa
- Clases de Movimientos y danzas Sagradas creados por G.I. Gurdjieff.
- Ejercicios internos vinculados al estudio fenomenológico del pensar, sentir y percibir.
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Ideas centrales del Trabajo, psicológicas y cosmológicas, especialmente aquellas contenidas en la primera serie de escritos de Gurdjieff: Relatos de Belcebú a su nieto.
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Habrá además momentos de trabajo común, donde llevaremos la atención al gesto cotidiano a través de tareas prácticas como la cocina, para poder llevar el trabajo a nuestra vida diaria aplicando el eneagrama como herramienta de organización y transformación.
Imparte: Jorge Díaz
Piano: Ruben Yessayan
Torronteras
Torronteras es un hermoso pueblo de la Sierra de La Solana.
Es un pueblo deshabitado y repoblado en los años 70, desde entonces han cuidado del pueblo, rehabilitando para recibir visitantes y hacer la mejor miel de la Alcarria.
Precios:
El precio incluye la participación completa en el seminario, alojamiento en y pensión completa (desde la cena del 15 hasta la comida del 21). El alojamiento se proporcionará en habitaciones y baños compartidos. Como parte de nuestro trabajo, participaremos en tareas comunes aplicando el eneagrama en la cocina.
– Habitación compartida:
– 580 € (reserva antes del 15 de junio)
– 610 € (reserva después del 15 de junio)
– Tienda de campaña (trae tu propia tienda):
– 495 € (reserva antes del 15 de junio)
– 525 € (reserva después del 15 de junio)
🔸 Las plazas son limitadas.
Imparte:
Jorge Díaz
Dirige los grupos de trabajo y enseñanzas del Cuarto Camino y Movimientos en Akhaldan desde 2007.
Conoció el Cuarto Camino en 1998 a través de alguien a quien admiraba y quedó profundamente conmovido por la idea de la transformación del pensamiento mediante las enseñanzas de Gurdjieff. Relatos de Belcebú a su nieto se convirtió en su puerta de entrada al Trabajo y sigue siendo una herramienta valiosa de estudio. Ha explorado el Cuarto Camino en diversos grupos alrededor del mundo, profundizando durante años en la práctica de los Movimientos. La línea de John Bennett siempre le ha ofrecido una perspectiva nueva y dinámica del Trabajo.
Además, es osteópata y estudió Medicina Tradicional China. Recibió el título de Doctor en Acupuntura por la World Federation of Chinese Medicine Societies en la Universidad de Beijing.