Un corazón tranquilo produce un estado donde el movimiento genera una cualidad de energía que solemos llamar “paz”.

Para que este estado pueda realizarse, las acciones del cuerpo y del pensamiento tienen que estar unidas, de este modo todo lo que realizamos emana la fragancia de la alegría, incluso si realizo cosas que “no me gustan”, no pierdo mi energía en un esfuerzo donde mi pensamiento juzga, divide y analiza.

Ese estado de quietud es posible si la atención se sostiene durante un tiempo determinado entre el cuerpo y el pensamiento, esa unión que integra puede crear un espacio de sí tan amplio, que apacigua el corazón.

A esto lo llamamos Trabajo, y el resultado es un estado armónico de todas las funciones, incluso si al comienzo puedo sentirlo por un breve espacio de tiempo, creo las condiciones para poder reconocer ese estado. Es un momento de apertura que puede estar disponible a cada momento.

Jorge Díaz

Jorge Díaz

Dirijo los grupos de Trabajo y enseñanzas de Gurdjieff en Akhaldan desde 2007. Conocí el trabajo en 1998, fue a través de una persona a la que tenía gran admiración y estima. “Relatos de Belcebú a su nieto” fue mi puerta de entrada al trabajo. Fui buscando el trabajo en diferentes grupos por todo el mundo y profundizando en la práctica de los movimientos durante años. La línea de John Bennett siempre me ha dado una perspectiva fresca y dinámica del trabajo.

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