Las enseñanzas de Gurdjieff, son un fragmento de las enseñanzas de la tradición, él nos trajo la tradición. Pero esta enseñanza no sirve de nada si no la aplicamos a nuestra vida diaria. Nosotros debemos dar un sentido a nuestra vida, no solo llenarla, decorarla, se trata de otra dimensión en la reflexión. No se trata únicamente preguntarse por qué existo, para que estoy aquí. También de darle un sentido a nuestra vida.

La particularidad de esta enseñanza, reside en el hecho de pensar en el futuro del ser humano. Entramos en la enseñanza para «llegar a Ser». Pero para «llegar a Ser» debemos comprender, aprender, sentir, tomar conciencia, conocer nuestro lugar en el mundo, en el universo. Llegamos aquí para trabajar sobre nosotros mismos, para conocernos mejor, pero ¿para qué hacer este esfuerzo? ¿Hay alguna razón más alta que sería el sentido del principio de este trabajo personal? Dicho de otro modo, nuestro trabajo servirá para otra cosa mas noble y más imperativa que nuestra simple mejora personal.

Aplicar las enseñanzas de Gurdjieff en nuestra vida diaria

Hay diferentes visiones del mundo, diferentes respuestas a las grandes preguntas existenciales. La ciencia y la religión acercan explicaciones que a menudo son opuestas. La tradición y esta enseñanza ofrece otra explicación que tiene la particularidad de reconciliar todos estos puntos de vista.

Más allá de la época y el lugar, más allá de las creencias, más allá de nuestro saber limitado, existe un conocimiento universal, un conocimiento de nosotros mismos, un conocimiento superior que puede ayudarnos a comprender las grandes preguntas de la vida. Este conocimiento no podrá pertenecer a nadie, nadie puede pretender tener la exclusividad.

Si tenemos un simple acceso a este conocimiento, muchas de nuestras creencias estarían removidas, una analogía podría hacerse con el sol, nos ilumina, nos da calor a todos, pero no podemos mirarlo directamente, correríamos el riesgo de perder la vista.

Esta enseñanza lleva a un conocimiento íntimo, cada vez conocemos más los planetas, el cosmos, un conocimiento exterior. La enseñanza nos lleva a conocer nuestra relación con el cosmos, nuestro lugar en el mundo, el sentido de nuestra vida, de nuestra evolución. Mejor dicho, de una “posible evolución” ya que sin una voluntad real y esfuerzos constantes, nada es posible. Los deseos que provienen del cuerpo y la personalidad, buscan la satisfacción inmediata.

Un conocimiento universal

El trabajo sobre uno mismo, es un trabajo continuo entre los deseos y la voluntad. La voluntad hacia una evolución consciente. Gurdjieff decía que el hombre no tiene voluntad, debe adquirirla, y esta es la base de todos los malos entendidos, ya que tenemos la ilusión de poseer esta voluntad. Solo tenemos voluntad en nuestra vida, pero no en la enseñanza ni en un trabajo sobre uno mismo.

Hemos perdido el contacto con ciertas dimensiones escondidas de la naturaleza, con lo divino en nosotros y a nuestro alrededor. El contexto mundial actual, tiende a dormir nuestras conciencias. Debemos abrir los ojos.

Podemos vivir en varios estados de conciencia, de los cuales solemos vivir en dos, el sueño y la vigilia. Hay que hacer un esfuerzo consciente para llegar a un tercer estado, la conciencia de sí. Los que han hecho este camino regresan a su esencia, el estado de conciencia objetiva. Estos son los cuatro estados de conciencia humanos. Pero en los dos primeros nos dejamos llevar influenciados por impulsos externos y no nos proponemos a nosotros mismo objetivos mayores.

La más ligera confrontación con una cierta significación superior y verdadera, nos asusta. Entonces ¿qué hacemos? Buscamos un confort alrededor de la tranquilidad a nuestro alrededor, puede ser a través de las drogas, la televisión, las sectas, la religión, pero la mayor parte de la humanidad duerme.

Los instrumentos de propaganda son cada vez más intensos para mantener a los seres dormidos u ocupados solamente en un plano material. No es pesimismo, pero, lo que debería inquietarnos es la entropía general, es decir la degeneración de una parte de nuestra evolución, pero también de la aceleración de nuestra involución. Podemos cerrar los ojos y pensar que esto es la vida ya. Antes de la nuestra existieron otras civilizaciones que también desaparecieron.

Gurdjieff propone tres grandes símbolos para llegar a comprender. Primero el pentagrama, (la ley del mantenimiento recíproco) este símbolo lo llama el símbolo de toda vida. El otro símbolo es el rayo de creación y el tercer símbolo es el eneagrama. El eneagrama de la conciencia, donde se aplican las dos grandes leyes, la ley de tres y la ley de siete. La ley de siete también llama ley de la entropía. La entropía es un termino científico que significa la degeneración de todo y el caos ordenado.

Para entender todo esto Gurdjieff nos da herramientas, los movimientos, los ejercicios, la música, los textos etc… y también el modo de empleo de estas herramientas, donde el elemento principal es la ley del mantenimiento reciproco. Para comprender tenemos que poner en marcha todas nuestras capacidades, no sólo intelectuales, también del sentimiento y del cuerpo.

Gurdjieff lo llamaba la unidad en la diversidad

 

Jorge Díaz

Jorge Díaz

Dirijo los grupos de Trabajo y enseñanzas de Gurdjieff en Akhaldan desde 2007. Conocí el trabajo en 1998, fue a través de una persona a la que tenía gran admiración y estima. “Relatos de Belcebú a su nieto” fue mi puerta de entrada al trabajo. Fui buscando el trabajo en diferentes grupos por todo el mundo y profundizando en la práctica de los movimientos durante años. La línea de John Bennett siempre me ha dado una perspectiva fresca y dinámica del trabajo.

0 comentarios

Entradas Recientes

La sinceridad revelada

La sinceridad revelada

Descubrir la verdad implica hacer una conexión entre nuestra naturaleza interna y el mundo que nos rodea. A veces, nuestros sueños nos llevan a un viaje muy profundo, explorando las profundidades de nuestra propia oscuridad y confrontando nuestra propia...

La fuerza original: Equilibrio entre quietud y movimiento

La fuerza original: Equilibrio entre quietud y movimiento

El cuerpo es sagrado porque en él podemos, con diligencia y persistencia, llegar a experimentar directamente la jerarquía de Dios y la confusión de los deseos del ego. A través del cuerpo podemos estudiar y destruir en su raíz las ilusiones e iniciativas del ser...