Los movimientos son parte de una enseñanza que se basa en la comprensión. Hasta ahora todas las formas en las que se nos enseña y educa obvian todo el potencial de la maquina en su conjunto. Nos vemos como seres aislados de nuestra naturaleza esencial.
El valor del cuerpo radica simplemente en una serie de habilidades motoras, el pensamiento en la capacidad de retención o reflexión, y los sentimientos a expresiones y reacciones sentimentales de empatía o rechazo. Pero en su conjunto han sido olvidadas ya que entre si estas funciones friccionan, entran en conflicto por permanecer y actuar primero y así nos definimos como seres en los que prevalece una de estas características, ignorando a las demás, esto nos empuja a un sentimiento de no estar completos, de vacío.